30 años de cajas nido

Este domingo 29 de noviembre, con motivo del 30 aniversario de la colocación y mantenimiento de cajas-nido para aves insectívoras y rapaces nocturnas en los bosques de Donostia, Astigarraga, Orereta y Aiako Harria, realizaremos la instalación de una exposición fotográfica sobre nuestro trabajo al respecto a lo largo de esto años.

Las fotografías recuerdan a las escenas viodeográficas de los documentales de la vida salvaje de la BBC. En las fotos se podrán observar los cárabos, trepadores, agateadores, herrerillos y carboneros entre otras especies, así como sus puestas y crías, tanto en el interior de las cajas como recién salidas de ellas.

Urubiaren kumea Aiako Harrian - La cría del cárabo en Aiako Harria. -  YouTube

El número de aves que han nacido y salido de las cajas nido en el periodo 1990-2020 es de 2307, cifra y trabajo voluntario sin parangón en gran parte de Europa y del mundo.

La fotografías estarán expuestas en el subterráneo de Egia del 29 de noviembre al 2 de enero.

Han vuelto a criar los cárabos en una de las cajas-nido de Parkea Bizirik

Han vuelto a criar los cárabos en una de las cajas-nido de Parkea Bizirik “kukulunbera”. Aquí, en Ulia (Donostia). Todo un hito. No lo consiguen todos los años. Sus puestas son escasas. A veces, son torpes, pisan sus propios huevos y los rompen. Si hay nacimientos y la comida escasea, el hambre exalta a los pollos; hermanos y hermanas se picotean hasta devorarse. Así se aseguran la supervivencia de alguno de ellos. Se llama canibalismo. Si la comida abunda, la caja-nido se convierte en un matadero de ratas y ratones descuartizados. Un muslo aquí y un intestino allá. Una realidad no apta para todos los públicos. Es la realidad, es la Naturaleza.

30 cajas y 30 años de ininterrumpida actividad. 1990 – 2020. Organiza, construye, pinta, cuelga, inspecciona, anota, saca fotos, limpia, repara, cambia la ubicación si alguna rama se ha podrido, redacta el cuaderno de campo digital. Nunca se termina de aprender.

7200 inspecciones en 30 años. Muchísimos nacimientos y, de ellos, 2307 (sin contar los de esta primavera) han crecido, saltado y volado al mundo exterior. 2307 aves. Carboneros, herrerillos, trepadores, cárabos… Una barbaridad.

Unos frenan las plagas de los manzanos que nos hacen disfrutar en las sidrerías, otros desparasitan los bosques que ralentizan nuestro deterioro climático, otros colaboran para que la población de roedores no crezca tan deprisa, por tu basura, que les alimenta…

Es un no parar en su contribución para que las cosas funcionen.

Debido al confinamiento, se han perdido datos importantes. A medida que la desescalada avanza y, en la medida que se pueda, seguiremos trabajando y compondremos los paréntesis mediante medias y estimaciones. Tan solo, somos voluntarios.

Ya es de noche. La luna asoma y el cárabo despierta.

Parkea Bizirik “kukulunbera”

Día 9 de mayo de 2020, Día mundial de las aves